Estabas con él, por eso no aparecí. Por miedo a mis ganas de tí, a mis impulsos. No podría haber evitado cogerte de la mano y perdernos entre la multitud, ni podría haber evitado llevarte lejos, dónde no tenga nada más que tu piel para perderme. Sé que lo mejor es que me olvide de tí, pero nunca hice lo que era lo mejor para mí, sino lo que yo quería, lo que de verdad era lo mejor para mí. Y tú lo eres. Déjame demostrarte hasta dónde puedo hacerte llegar con un beso, con una caricia. Permiteme que te devuelva la sonrisa que un día me llevé.