Se mira en el espejo buscando el más mínimo rastro de fuerza, pero no aparece. Hoy no es ella. La fuerza, la valentía y el coraje la han abandonado, también merecen un descanso; pero podrían haber elegido otro momento mejor para desaparecer. Se miente a ella misma y, con un nudo en la garganta, dice que todo va bien. Cómo siempre hace, en su vida nada puede ir mal. Y si algo se tuerce, un poco más de maquillaje para taparlo y listo. Sabe que pedir ayuda es una estupidez, nadie irá a socorrerla. Está sola, completamente sola. Se siente decepcionada de ella misma, incómoda por no ser quien quiere ser, molesta, enfadada. Todo ello está acabando con ella, pero no lo demostrará; y esta noche, volverá a salir para tapar todos sus miedos en las sábanas de un desconocido.

3 comentarios:

  1. Creo que aveces lo que tratamos de ocultar son nuestros miendos

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  2. y esa historia se puede llegar a repetir múltiples veces. Procurar aparentar que estás bien cuando en el fondo no es así. Y te puedes plantear distintas soluciones posibles, pero ninguna te convence lo suficiente como para llevarla acabo. Hasta que llegue un día, si no se pone remedio, que una no puede contenerse y... quien sabe lo que puede llegar a ocurrir en aquel momento... Quien sabe.

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  3. Me encanta como escribes! Te sigo sin duda:)
    http://mysweetsoulmate.blogspot.com

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